Son muchas las empresas que siguen apostando por realizar un mínimo mantenimiento y hacerlo como se hacía en las antiguas fábricas. Es decir, más que acciones de mantenimiento lo que hacen es tareas de reparación o asistencia técnica. Hoy en día, las exigencias han aumentado, en cuanto a maquinaria y sistemas de control. También, muchas veces, en cuanto a los plazos y condiciones exigidos por los clientes. Por eso, creemos que el mantenimiento preventivo es esencial dentro de la industria metalmecánica.
El equipo de profesionales de AMG Metalmecánica otorga a las tareas de mantenimiento preventivo y mantenimiento general la importancia que se merece. Y veamos cuáles son las razones.
Un aspecto esencial que no debemos descuidar
En cualquier industria, pero especialmente en la industria metalmecánica, el mantenimiento preventivo es totalmente esencial debido a su alto grado de automatización en maquinaria industrial. Deben revisarse periódicamente máquinas, sistemas de control asociados, revisar y sustituir equipamiento complementario, sistemas de seguridad, automatismos y el software vinculado a cada equipo. Sin olvidar la base del funcionamiento de todo esto: los sistemas eléctricos de la fábrica o taller.
Entre las ventajas de realizar un mantenimiento preventivo en nuestra industria metalmecánica están el obvio bienestar de los equipos productivos permitiendo el óptimo rendimiento de producción. Permite fiabilidad y seguridad a la hora de afrontar cualquier proceso productivo.
Esos son los dos objetivos más claros de realizar mantenimiento periódico: evitar fallos o devaluaciones de los equipos para maximizar la producción y, por ende, la rentabilidad, así como garantizar la seguridad de todos los operarios y técnicos. Pero hay más razones para apostar por el mantenimiento preventivo o mantenimiento periódico.
Otros beneficios del mantenimiento preventivo de equipos y maquinaria
Pero existen otras ventajas que aporta un correcto mantenimiento de maquinaria y equipos productivos y de las que nos podemos aprovechar. Por ejemplo, nos permite identificar puntos críticos del proceso en los que podemos mejorar.
Realizando las necesarias tareas de mantenimiento podemos identificar, a su vez, momentos clave de los procesos productivos que pueden resultar en fallos, que requieran renovarse o actualizar o que, simplemente, son susceptibles de mejora.
Y, por supuesto, está el ahorro de costes para nuestra empresa. Es decir, conseguimos la mayor vida útil posible para los equipos y sistemas productivos. No solo es el rendimiento actual, sino cuántos años tendrá ese mismo rendimiento. Para ello, es fundamental realizar controles y revisiones periódicas, junto con análisis técnicos que permitan obtener una valoración objetiva. Y anticiparse, en lo que denominamos como mantenimiento predictivo.
Consejos para el óptimo mantenimiento
En primer lugar, debe programarse y planificarse cada tarea dentro de un programa o calendario de actuaciones, especificándose la tarea a realizar, la fecha y hora y las posibles medidas correctivas. Además, como decíamos, el mantenimiento preventivo hacer posible que identifiquemos puntos susceptibles de mejora, pero debe ir asociado a sistemas de control y software que permitan sacarle todo el provecho (medidores, análisis…). Por sí solo, se basará prácticamente en la experiencia de los técnicos supervisores.